Pasos a seguir:
1.- Separa las semillas del fruto.
2.- Lávalas en un poco de agua para quitar residuos de fruta y evitar que se pudran en el proceso.
3.- Coloca en un tupper o recipiente plástico una o dos hojas de servilleta de cocina (servitoalla).
4.- Pon las semillas.
5.- Tapa las semillas con otra servilleta de cocina.
6.- Moja las serviletas con las semillas y escurre el exceso de agua, para que queden solamente húmedas, evitando exprimir.
7.- Tapa el recipiente plástico.
8.- Coloca el recipiente sobre una fuente de calor bajo y constante, como arriba del refrigerador, de un regulador de corriente, decodificador de TV, etc.
Procura revisar tu recipiente cada dos días, para ver cuando germinen tus semillas y las puedas trasplantar.
En realidad considero que es lo mismo que hacíamos en el kinder con los frijolitos, un frasco y un poco de algodón, sólo que con este método, garantizamos unas mejores condiciones de crecimiento, gracias al calor y el plástico, lo que acelera el proceso.
Considera como precauciones generales:
- Asegurarse de que el calor no queme el plástico, para evitar accidentes.
- Tener cuidado de que el exterior del recipiente esté seco, sobre todo si la fuente de calor está cerca de cables.
- Hay que tratar que la fuente de calor no sea muy intensa o no germinarán las semillas.
Es divertido, ya que las semillas germinan en apenas dos o tres días y según testimonios en distintos foros de internet, hay quienes han germinado mediante este método, semillas de Lychee, aguacate, sandía, bayas, entre otras. En particular, la página de infojardín, que he consultado sobre diversos temas desde que comencé un pequeño jardín en la azotea.
La página es:
http://www.infojardin.com
Aquí unas fotos de las primeras semillas que germiné con este método, para ilustrar un poco los pasos a seguir. Eran semillas de melón y tardaron 3 días en brotarles raíz.
Como última recomendación, es importante dejar las semillas un poco más de tiempo, posiblemente un par de días o hasta una semana, dependiendo de la planta, a que crezca y se fortalezca, para que no se seque a la hora de trasplantarla a una macetita con tierra.
